Blogging tips

martes, 3 de septiembre de 2013

La llegada de Jordi Jr.


Jordi llegó un martes, once días antes de cuando tocaba, sin apenas dolor, con tranquilidad y serenidad, dilatando a mi ritmo. 

Me levanté muy tranquila, había pasado buena noche, vestí a la nena, almorcé y me puse a limpiar antes de que llegara mi cuñada a ayudarme. Mientras hablaba con mi madre por teléfono tuve tres contracciones seguidas en menos de cinco minutos, a penas notaba un poco de dolor menstrual, la barriga dura y la espalda se me paralizaba un poco pero nada alarmante. Mi madre me dijo que fuera a Urgencias, ya no por mí, sino por la criatura. Así que llamé a Jordi y vino enseguida, nos duchamos tranquilamente, mi cuñada se puso a limpiar y encendí las dos velas a la Beata Inés. 

Cuando llegamos al hospital (11:30) me registraron y estaba dilatada de cuatro centímetros, me dieron el camisón azul y deduje que me quedaba. Ni siquiera habíamos cogido la bolsa para el hospital. Me cambié tranquilamente y me pasaron al cuarto de monitores. A penas aparecían las contracciones en las gráficas. Laura fue mi matrona. De ahí ya me pasaron a la sala de dilatación y al rato ya estaba Jordi conmigo. Estábamos muy tranquilos, me dejaba el iphone y mientras wassapeaba mi parto a mis grupos de chat. Mis amigas no se creían que estaba en dilatación. Llamé a mi madre y se lo dije. 
No sentía dolor. Cuando llegaba la contracción respiraba hondo y visualizaba la ola, la flor que se abre y a mi bebé saliendo por el canal. Laura en todo momento estuvo a mi disposición, estuvimos charlando tranquilamente sobre cómo me había preparado el parto y me dejó hacerle preguntas sobre dudas que tenía. 

No me hizo falta ni oxitocina artificial ni epidural, ya que no sentía dolor. Cuando ya estaba de 7 cm me dieron la opción de romperme las aguas para acelerar el proceso a lo que asentí. Estaban limpias. Me pusieron en una posición lateral para acelerar las contracciones y éstas ya empezaron a notarse más. Cada vez más seguidas, cada vez más cerca de ver la cara de mi bebé. Llegó el momento de pujar. Laura me explicó que para salir hacían falta cuatro pujos fuertes para que saliera la cabecita y así fue. Mientras me pasaban al paritorio los pujos eran inevitables y pasando de la cama al potro no podía parar. Por fin en el potro sentí que estaba más cerca de mi bebé, un último empujón y me pidieron que parase de empujar, y empecé a hiperventilar para aguantar las ganas, pero al final no pude y es cuando salió Jordi y me lo pusieron en mi pecho. Momento mágico donde los haya, di mil gracias a Dios y a las que me ayudaron a hacer realidad ese milagro. Ya sólo quedaba la placenta y dos puntos por un pequeño desgarro. Más natural imposible. (15:30). 

Durante mi embarazo había preparado a tres amigas con su embarazo y me había preparado a conciencia, la relajación es clave durante el proceso y el momento del parto, así como desacondicionar el concepto de dolor con el parto. La visualización positiva también me ayudó en todo momento.


3 comentarios:

Cris Pontetacones dijo...

Enhorabuena guapa! Qué alegría que todo haya salido tan bien! Ahora a disfrutar de tus peques!
Mil besos!

sociosanitario dijo...

Tener un hijo es ponerle una zancadilla a la muerte, tener dos ni te cuento

ROPARANOIAS dijo...

Ooh, qué genial!!sin dolor! Con todas las cosas que se dicen sobre el parto... Enhorabuena!