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jueves, 31 de octubre de 2013

La etapa de los celos ante la llegada de un hermano

Querid@s lector@s:

Desde antes del nacimiento de Jordi Jr ya empecé a notar en Sarah un pequeño cambio de conducta, además de ser un año de muchos cambios, los temidos 2 años por los ingleses, se sumaba la llegada de un hermano.

Empezó la guardería con gran éxito donde adquirió nuevas habilidades comunicativas, es como si su personalidad se expandiera, se abrió a nuevos conocimientos. Al principio era un poco reacia a la guardería pero salvo los constipados que cogió todo le fue genial. Poco a poco fui viendo su progreso

A finales de curso le quitamos el pañal, cuando ya estaba preparada, y no fue tan difícil como me imaginaba. Muchas veces creemos que es peor de lo que realmente es, lo mismo me pasó cuando la desteté, en sólo tres días, inventé un juego en el que el oso amoroso de mi pijama se había bebido toda la flechita y acabó aceptándolo sin rechistar demasiado... estaba ya embarazada de Jordi Jr, según dicen cambia el sabor de la leche también ya que para cada niño es diferente. 

Sarah siempre ha sido el centro de nuestras vidas, la primera hija, la primera nieta, la primera en todo... y ahora eso había que compartirlo. Antes de la llegada ella ya sabía que venía un cambio importante, la estábamos preparando pero al coincidir con los 2 años, aparecieron las rabietas, que era día sí y día también. 

En junio nació Jordi y al principio reaccionó bastante bien, lo miraba de reojo, seguimos el consejo de regalarle una muñeca como si fuera regalo del nene, lo tocaba... pero cuando llegaban las visitas, pese a que los preparábamos para que la saludasen a ella primero, miraba de reojo cuando hacían carantoñas al bebé. No se le escapaba nada. De repente un día nos soltó que ella también quería ser un bebé, quería un chupete... hubo como un retroceso, pero no le dimos importancia, a veces incluso le seguíamos el juego, pero siempre premiando la conducta cuando se portaba bien. 

Con el comienzo del cole y al empezar yo de nuevo a trabajar, de estar todo el día juntas en verano a verme sólo por las tardes o de noche hemos vuelto a ver un pequeño brote de celos, ha empezado a decir mentiras. Simplemente hay que hablarle y decirle que no hay que decir mentiras por las consecuencias que pueden tener. 

Los celos son algo normal, de hecho lo raro sería que no los tuviera o que no los hubiera manifestado en el momento. 

Tampoco me parece bien el decirle que "ya es mayor" porque realmente no lo es, ni tiene que tener responsabilidades como el cuidar de su hermano, simplemente si las hace le recompensamos y como mucho la hacemos partícipe de su cuidado a lo que ella responde con mucha ilusión. 
Quiere cogerlo, se sube en su taburete para ver cómo le cambiamos y coge el pañal para tirarlo a la basura. A veces incluso juega con él llenándolo de juguetes. 

Es su hermano, y pese a los pequeños celos que le han podido surgir (que son lo más normal del mundo y tienen que manifestarse), le quiere.
Jordi por su parte la mira y le sonríe, la sigue con la mirada, intenta razonar a su manera. 



Y vosotr@s? Recordáis si padecisteis los celos? 

Fotos de Pinterest. 

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